miércoles, 14 de septiembre de 2016

Memoria 6: EL SEGUNDO Pt 3



Dentro del carro, aun me sentía extraña, simplemente no se sentía real.

Pero aun asi no era ingenua, sabia lo que quería, pero por supuesto sabia lo que yo no quería. Agradezco en parte a las películas y libros que he leído, sin ellos no sabría que hacer en esos momentos de surrealismo.

El se subio al carro y en cuanto estuvo en el asiento de conductor, nos acercamos. Era como si yo ya no tuviera restricciones y solo me dejara hacer. Sentía como mi cuerpo reaccionaba a el, que solo quería acércame a el, como un par de imanes.

Nos volvimos a besar.

Esta vez fui yo la que empezó, por muy inexperta que fuera yo quería aprovechar el tiempo perdido. Sentía que tenia que darle todos los besos que no pude dar en mi adolescencia/pubertad, quería poner en balanza todo lo que no había podido hacer, sentía que era egoísta por pensar de esa forma y en esos momentos me pregunte; 

Quien se estaba aprovechando de quien?

El beso como los anteriores fue largo, yo solo pensaba en disfrutar del momento antes de que todo desapareciera y volviera hacer el patito feo, pero y que estaría pensando el?

Desde luego creo tener una idea;

Puta

Fácil

Borracha

Y el tenia todo el derecho de pensar asi, yo le di motivos para que lo hiciera, pero de todas maneras dolía porque tenia razón. Estaba actuando como tal; 

Pero saben que? En esos momentos no me importo actuar de esa forma. 

Era la primera vez que me pasaba, era la primera vez que me besaban, era la primera vez que actuaban, era la primera vez que me hacían sentir deseada, la primera vez que en verdad me sentí como mujer. Muchas mas justificaciones me venían a mi mente para calmar mi nervioso ser.

Pero aun asi mi cuerpo empezó a reaccionar, me estaba excitando.

Nos separamos para tomar aire, tenia mi cabeza nublada por lo acontecido no podía pensar con facilidad, mientras yo intentaba calmar mi corazón el arranco el carro, apenas y me percate que los demás ya se habían adelantado. Me acomode en mi asiento y de nuevo los nervios me invadieron.

Que hacia? Que debería decir?

Desde luego cualquier cosa menos de lo que acababa de ocurrir aunque lo que yo mas quería preguntarle era:

Porque?

Porque lo hiciste?, porque yo? Porque ahora?

"Por donde vives?" – pregunte

Si, aunque el fuera el que me había robado mis primeros besos, era un desconocido, sinceramente en esos momentos no recordaba ni su nombre, para mi no era algo importante. Ya había pasado, no podía cambiarlo, pero minimo podía conocerlo un poco para que mi conciencia no sufriera mas.

El camino de vuelta fue… aburrido, en ese momento me di cuenta que nuestras bocas para lo único que servían era para besarnos, porque la charla fue de lo mas monótona que inclusive me estaba durmiendo y el también. 

No lo culpo, mi cerebro era papilla como para seguir una conversación coherente.

Lo único que quería era llegar a su casa, reunirme con mi amiga e irme a la mía. Los animos que traía se esfumaron y se instalo en mi el cansancio y el sueño por los días anteriores. Recordé que la noche anterior no había dormido bien y eso hacia mella en mi.

Estaba tan inmersa en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta cuando llegamos a su casa, el se bajo y yo lo segui. 

Su casa era grande, como podrán adivinar el no mentia, estaba sola.

En cuanto entramos fuimos a la sala, donde nos besamos. 

Vaya y yo que pensé que ya no lo haría, tan estupefacta estaba que no le correspondí, hasta pasados unos segundos.El en verdad quería seguir? Porque por mi mejor. Quería seguir experimentando cosas nuevas, porque cuando me volverían ha pasar?

En otro año? 

En otro mes?

En esta vida nada es seguro, asi que yo me dedique a disfrutar del momento. 

Hasta que llego mi amiga y su novio.

Ellos llegaron, dijeron que los otros dos estaban demasiado borrachos y se fueron a sus casas, mientras ellos dos comentaron que también tenían sueño. Ingenuamente pensé que era una clara invitación para llevar a mi amiga y a mi a la casa. 

Grave error.

En cambio mi amiga y su novio se fueron a una de las habitaciones de la casa. Aparentemente sabían muy bien el camino. Así que nos volvimos a quedar solos.


Bueno, demos rienda a nuestras bajas pasiones.    


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