Estando solos nos
empezamos literalmente a comernos en el sillón, estos besos eran mas intensos
que los anteriores. Ademas poco a poco siento que sus manos me empiezan a
recorrer mi cuerpo. Joder, claro que me gustaba , estaba excitadisima.
Me recostó en el sillón
sin dejar de besarnos, cuando de repente los siento, si, siento un bulto que se
pega a mi cadera, abrí mis ojos de la sorpresa.
El estaba excitado?
Como se pudo excitar si
solo nos estábamos besando? Joder ni siquiera me había tocado los pechos.
Como primeriza no sabia
que los hombres se excitan muy rápido, pero créanme en un futuro lo entendería.
Si de por si ya estaba
caliente, el sentirlo lo multiplico, cuando el me sigue besando pero poco a
poco baja hacia mi cuello, y yo simplemente deje de pensar.
Solté un suspiro.
Seguimos en ese
confortante sillón por un buen rato, sintiéndonos, besándonos, yo estaba cada
vez mas y mas caliente, la ropa sobraba, la razón en si sobraba.
Seguia sin acordarme de
su nombre.
“Quieres ir al cuarto”-
pregunto
Solo asentí, las palabras
se atoraron en mi garganta, me era imposible articular una palabra, todo era
tan irreal, que en cualquier momento pensaba que despertaría del sueño.
Pero todo se volvió
demasiado real cuando estuvimos en su cuarto.
Bueno tenia que llegar a
un acuerdo conmigo, que era lo que quería hacer?
Lo único que sabia era
lo que no quería hacer.
Mi primera vez no podía
ser con un desconocido, no creo en esos cliches donde la primera vez tiene que
ser con el amor de tu vida o hasta el matrimonio, claro que no, tampoco ser o
no virgen te hacia menos mujer.
Pero como minimo quería
que el hombre al que le entregara mi primera vez fuera alguien que conociera y
que quisiera. Porque las primeras veces son las que nunca se olvidan.
Estaba caliente, solo
quería quitarme la calentura y eso podía ocurrir sin que me penetrara. Lastima
por el si esperaba algo mas esa noche. Habia tomado una decisión.
Me acerque a la cama
donde nos tiramos mientras nos besábamos, simplemente me acorde de todas las
películas porno que pude haber visto
para saber como actuar en esa situación. Besar, tocar, lamer, rasguñar,
apretar, pero sobretodo:
Gemir
Y no tenia que fingir
mucho, bueno tal vez fingía, pero me gustaba como reaccionaba el a mis sonidos y
acciones, me sentía poderosa.
Me quito la blusa, sentí
un poco de vergüenza, pero al ver sus ojos llenos de pasión me sentí la mas
hermosa de las mujeres. Me quite el brassiere.
El inmediatamente fue
por ellos, se sentía tan extraño, pero me gustaba, siempre me había imaginado
el como se sentiría y se sintió jodidamente bien. Nos acomodamos en la cama, el
encima de mi en la posición de misionero donde lo volví a sentir, pero esta vez
en mi centro.
Gemí sonoramente y abri los ojos sorprendida.
Comenze a rozarme contra
el, en esos momentos la ropa me estorbaba pero era mi barrera de protección.
Seguimos un buen rato entre mordidas, besos, lamidas, chupadas y una muy rica
fricción que me encantaba. Dios era una sensación demasiado abrumadora para mi.
No paraba de gemir.
Tenia la garganta seca.
No importaba
“no es justo que tu estés aun vestido” – dije
“es tu culpa” – me dijo
con una sonrisa
Le sonreí y me dispuse a
quitarle la camisa, el era muy delgado, solo eso, no mucho musculo, ni
tonificado, solo delgado, pero estaba bien, aun asi en cierta forma era
varonil, aunque no fuera mi tipo.
Ataque su garganta ,
lamiendo tocando, su espalda fue victima de mis rasguños. No se en que momento
paso, pero cada vez estaba mas lujuriosa, recordaba varias cosas que hacían las
estrellas porno y eso era llevar la iniciativa. Muy bien. En esa situación, la
timidez quedaba fuera.
Me monte encima de el,
lo comencé a cabalgar como pude,como me acordaba, y fue estupendo. Aun con la
ropa puesta, estaba cada vez mas y mas mojada. Pero no me pensaba quitar el
pantalón.
El bulto de el lo sentía
cada vez mas grande y eso me encantaba, lo miraba a los ojos mientras gemía, me
mordía los labios, movía las caderas lo mejor que podía, mientras veía su cara,
me gustaba esa posición, porque veía como el disfrutaba.
Mientras me tocaba los
pechos, el empezó a embestir con urgencia, tanto asi que me levantaba unos
centrimetros.
WoW. Joder. Quería mas,
pero no podía.
Me canse y me deje caer
encima de el. Mientras me daba la vuelta el susurro:
“Eres muy sexy” – dijo mientras
me sonreía
POR DIOS, eso me hizo
sentir como verdadera diosa, mentira o no, aun sus palabras resuenan en mi
mente, que me dan confianza suficiente para seguir.
Lo bese y lo acerque a
mi lo mas que pude, nuestras entrepiernas nunca se separaron, y seguimos de esa
forma un muy buen rato, pero el tiempo en esos momentos era tan relativo que no
me importaba. Quería seguir sintiendo mas.
Cambiábamos de posición muy seguido, me encantaba estar arriba, nuestras embestidas eran cada vez mas
rápidas. Mis gemidos por otro lado eran mucho mas sonoros, en verdad estaba
sensible.
Estaba arriba montándolo
con toda la lujuria de mi ser, tocándome los pechos enfrente de el
descaradamente, mientras el se mordía el labio y me embestía duramente. A el
también le gustaba.
Estaba metida en esta
mar de sensaciones, cuando volteo hacia la ventana.
Estaba amaneciendo.
Me sorprendo y volteo a
verlo.
“Ya va a amanecer”- Dije como pude.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario