“Que” – Dijo el-“ No es cierto”- Repitió el incrédulamente.
Voltea hacia la ventana
y se sorprende igual que yo.
“Nunca había durado
tanto” – susurro sonriendo
Bueno, esto tenia que
acabar, por mucho que me gustara, asi que segui montándolo hasta fingir mi
orgasmo. Porque en realidad fue mas por el cansancio, me derrumbe encima de el
respirando fuertemente, mientras el me masajeaba los senos.
Pero aun me faltaba
algo por hacer.
Mas bien por ver.
Le sonreí perversamente
mientras poco a poco iba bajando la mano.El solo veía expectante
cuando yo torpemente intento desabrochar su pantalón.Fallando torpemente, tuvo que poner de su parte.
Claro que esa noche no
podía acabar sin que yo conociera un pene.
Era mucha mi curiosidad,
además sabia que le debía de doler, tenia entendido que a tal grado de excitación el pene es demasiado sensible, por ende cualquier estimulo rozaba en el dolor, pero sobretodo quería verlo correrse.
Me era fascinante como
seria que el se corriera por mi.Gracias a mi.
Con mis manos
Con mi boca..
Por dios el simple
pensamiento me hacia sentir poderosa.
Le baje como pude el
pantalón y pude ver el duro bulto por encima del bóxer, me parecio muy curioso
como el bóxer estaba un poco mojado en su punta, dejando una pequeña manchita en el boxer. Me pregunte entonces si el se
había corrido ya?? Pero era imposible, el seguía muy duro, demasiado.
Me quede intrigada por
eso mientras el guiaba mi mano para tocarlo.
Lo frotaba en toda su
longitud, varias veces, estaba caliente.Claro todo esto por encima del boxer.
Fascinante.
Estaba tan entretenida
que de repente ya no me importaba el, me gustaba jugar así, como decirlo.. era como mi juguete nuevo. Hasta que el hace
que meta la mano debajo de su bóxer.
Era suave, ese hecho me
shockeo. Caliente, duro, pero
suave al tacto.
En verdad curioso.
Mi cara en ese momento
debería haber sido un poema.
No aguante y le baje el
bóxer y si era largo. Me gustaba , era un nuevo juguete que acababa de descubrir,todo mio.
Era muy bonito
La punto rosita era lo
mas suave, parecía gomita, y me dieron unas ganas terribles de lamerlo, realmente recuerdo que se me hizo agua la boca por probarlo y saber que pasaba,
pero no, eso era darle mi primera vez, aunque fuera en la boca, el no lo
merecía. El resto estaba duro, pero aun asi lo podía manejar a mi antojo.
Me controle.
En cambio, empeze a
bajar mi mano suavemente varias veces, su punta estaba mojada, y yo les aseguro que lo estaba aun mas. Segui
haciendo eso por un buen rato, hasta que mi mano se empezó a cansar y aumente
la intensidad, hasta que el hizo un movimiento que me hizo parar, al parecer si
lo hacia de esa forma le dolía. Interesante.
Muy bien una cosa mas
que aprendía
.
Entonces de nuevo lento,
en verdad me estaba cansando de que no se corriera, si el esperaba que se lo
lamiera muy bien podía estar allí hasta la mediodía y eso no iba a pasar. Y la verdad cambiar de mano se me hacia demasiado, ya me estaba desesperando que no se viniera.
Porque no se corria? No le gustaba?
Derrepente se escucho
como si abrieran la cochera.
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